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¿Cómo se realiza el Régimen de Incorporación Fiscal (RIF)?

No cabe duda que la formalidad tiene sus beneficios, y para muestra un botón: El Régimen de Incorporación Fiscal, conocido comúnmente por sus siglas como RIF, es un régimen que, tal como lo indica su nombre, busca incorporar a la economía formal a personas físicas con actividades empresariales y a las que prestan servicios, siempre y cuando sus ingresos no excedan los 2 millones de pesos anuales.

Este régimen permite cumplir fácilmente con las obligaciones tributarias y creará un punto de entrada para los negocios a la formalidad, tanto en el ámbito fiscal como en el de la seguridad social.

Adicionalmente, resulta ideal para quienes poseen alguna tiendita de abarrotes o se dedican a la venta de bienes, tales como fruterías, carnicerías, papelerías o dulcerías; también para quienes poseen un puesto de tianguis o local de mercado, e incluso para prestadores de servicios que no requieren título profesional como es el caso de taxistas, plomeros, herreros, carpinteros, peluqueros, entre otros; sin dejar de lado a todos aquellos que se dedican a la venta de productos por los cuales obtienen comisión, siempre que ésta no supere el 30% de sus ingresos totales por comercialización de productos de belleza, tarjetas telefónicas, tiempo aire para telefonía celular, etc.

Entre los principales beneficios de incorporarse al RIF, podemos mencionar los siguientes:

  • Descuento del 100% en ISR durante el primer año.
  • Posibilidad de reducir hasta 100% de impuestos si los ingresos anuales no exceden los 300 mil pesos.
  • Mayor captación de clientes, al emitir facturas electrónicas y hacer uso de terminales bancarias.
  • Financiamientos y créditos para apoyar la operación del negocio a través de NAFIN.
  • Acceso a créditos al consumo para los trabajadores a través de FONACOT.
  • Acceso a educación y servicios financieros a través de BANSEFI.

A continuación, una serie de sencillos pasos para lograr una incorporación fiscal exitosa de tu empresa o negocio y gozar de los beneficios de ser formal:

1)  Emitir factura electrónica y registrar las operaciones.

Emite la factura electrónica por tus ventas o prestación de servicios, en los casos siguientes:

Individual, cuando te la solicite el cliente.

Global, por las ventas o servicios con el público en general (puede ser de forma diaria, semanal, mensual o bimestral).

De nómina, en caso de tener empleados, por los pagos de sueldos y salarios y retenciones que les realices por los mismos conceptos.

El registro de los gastos en Mis cuentas se realiza de forma automática cuando se generan las facturas electrónicas; en caso contrario, regístralos.

2) Presentar declaración en Mis cuentas, que incluya el total de las operaciones que hayas tenido en el bimestre.

Para practicar con la presentación de la declaración utiliza el simulador de Mis cuentas.

Presenta tus declaraciones de manera bimestral: enero-febrero, durante marzo; marzo-abril, durante mayo, y así sucesivamente.

No olvides que los gastos que incluyas deben ser estrictamente indispensables para el desarrollo de tu actividad y contar con su respectiva factura electrónica.

Para cumplir con tus declaraciones bimestrales, lleva el control de las operaciones en una libreta, o bien, hazlo por internet.

3) Habilitar tu Buzón Tributario.

Todo contribuyente del Régimen de Incorporación Fiscal debe habilitar su buzón tributario, atendiendo las indicaciones respecto a la clave de su RFC.

Como es habitual, año con año el SAT publica cambios y actualizaciones del RIF, por lo que es necesario mantenerse informado respecto a la inscripción y cumplimiento de las obligaciones. Conoce más y actualízate a través de la Compilación Fiscal 2021 que tenemos para ti en Thomson Reuters.

En el mercado existen soluciones que te ayudarán a guiarte en el proceso de incorporación fiscal. Conoce más aquí.


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