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¿Cómo el SAT está transformando el cumplimiento tributario en México?

La extrafiscalización anunciada por la autoridad está llevando a las compañías a tomar medidas drásticas que impulsen su eficiencia operativa y cumplimiento. En nuestro artículo hacemos una recapitulación por las estrategias tomadas por el SAT para fiscalizar a los contribuyentes y cómo hacer frente.
Marisol Torres, Industry Data Analyst, Financial Insights & Thought Leadership

El Servicio de Administración Tributaria (SAT) de México está revolucionando la fiscalización con inteligencia artificial (IA), transformando la forma en que la agencia detecta y previene la evasión fiscal.

Puntos clave:

  • Transformación tecnológica - El SAT moderniza su fiscalización con machine learning y analítica de grafos para detectar riesgos fiscales y redes de evasión de impuestos.
  • Mayor exigencia operativa - Contribuyentes y despachos deberán adaptarse a revisiones más ágiles y precisas que serán impulsadas por IA.
  • Fiscalización eficiente y preventiva - La IA permite al SAT anticiparse a irregularidades, fomentar la autocorrección y mantener una recaudación efectiva con bajo costo.

En 2024, la autoridad fiscal de México, el Servicio de Administración Tributaria (SAT), presentó su Plan Maestro, marcando un nuevo capítulo en la fiscalización tributaria. Este plan incluye la integración de tecnologías como el aprendizaje automático para identificar a contribuyentes de alto riesgo que potencialmente podrían estar involucrados en actividades ilícitas. El objetivo del plan es detectar estructuras complejas de evasión y elusión fiscal mediante el análisis de patrones transaccionales y relaciones entre entidades.

Además, el plan busca descubrir inconsistencias en los Comprobantes Fiscales Digitales por Internet (CFDI) que puedan indicar operaciones simuladas, contrabando o el uso de empresas fantasma, fortaleciendo así la supervisión fiscal y la prevención de delitos financieros.

Este enfoque se basa en el análisis de datos a gran escala, con la inteligencia artificial desempeñando un papel central. A través de algoritmos que aprenden de patrones históricos, el SAT pretende anticipar conductas irregulares y actuar de manera proactiva. Sin duda, esto representa un cambio profundo en la forma en que se entiende y ejecuta la auditoría fiscal.

Aunque la IA es una innovación importante en el ámbito fiscal, no es el punto de partida. Desde 2020, el SAT ha venido consolidando una estrategia de cuatro pilares, orientada a: i) aumentar la eficiencia recaudatoria; ii) reducir la evasión fiscal; iii) combatir la corrupción; y iv) mejorar la atención al contribuyente. Esta estrategia ha impulsado el desarrollo de programas como Monitoreo de Cumplimiento, Vigilancia Profunda y Cobranza Coactiva, que han permitido a la autoridad actuar con mayor precisión y rapidez.

Para comprender mejor el alcance de esta transformación, el contador público certificado Roberto Iván Colín Mosqueda, miembro del Instituto Mexicano de Contadores Públicos, comparte su visión experta sobre cómo estas herramientas están redefiniendo la auditoría fiscal y lo que significan para los contribuyentes y los profesionales del sector.

El papel de la analítica avanzada

El Plan Maestro 2024 del SAT pone especial énfasis en el uso de machine learning para fortalecer la fiscalización. Este enfoque se divide en dos grandes modelos:

  1. Técnicas analíticas, que permiten revisar grandes volúmenes de datos provenientes de CFDI, declaraciones fiscales y reportes de auditoría. El objetivo es detectar irregularidades en tiempo real, especialmente en sectores sensibles como la distribución de combustibles, donde se busca combatir el comercio ilegal y la comercialización irregular.
  2. Modelos de aprendizaje estadístico, que permiten a la IA identificar patrones de evasión fiscal previamente detectados y aplicarlos para descubrir nuevas redes o esquemas similares. Este modelo resulta particularmente útil para identificar operaciones vinculadas con empresas factureras o importadores involucrados en prácticas irregulares.

La combinación de estos modelos permite al SAT no solo reaccionar ante el incumplimiento, sino anticiparse a él, lo que se traduce en auditorías más inteligentes, menos invasivas y más eficientes en el uso de recursos.

“La autoridad ha estado cerrando brechas y reforzando los controles, y la realidad es que la facturación electrónica ahora proporciona información altamente confiable”, explica Colín. “Con base en esto, junto con las declaraciones fiscales y otros datos que recibe, el SAT puede implementar inteligencia artificial para desarrollar modelos de aprendizaje analítico y estadístico que, sin duda, seguirán ofreciendo resultados sólidos”.

Impacto directo en contribuyentes y despachos contables

La transformación tecnológica del SAT no solo afecta a los grandes contribuyentes o a los sectores estratégicos. También tiene implicaciones directas para los contribuyentes ordinarios y las firmas contables que los apoyan.

De hecho, Colín advierte que esta nueva fiscalización será más dinámica y exigente. “En el día a día del contribuyente regular, esto va a significar mayor fiscalización,” señala.  “La autoridad detectará incumplimientos y omisiones con más rapidez, lo que generará más trabajo tanto para el contribuyente como para los contadores, quienes deberán revisar y corregir constantemente.”

Además, las firmas contables deben adaptarse a un proceso de auditoría más sofisticado que vaya más allá de los números para analizar mejor las relaciones entre los datos, los patrones de comportamiento y las conexiones entre los contribuyentes. Esto implica una mayor responsabilidad en la validación de transacciones, la garantía de consistencia en la información reportada y el mantenimiento de la trazabilidad de los comprobantes fiscales digitales.

“Estas técnicas analíticas permitirán a la autoridad detectar irregularidades de forma más rápida. Hoy ya vemos cómo llegan recordatorios antes de que venza una declaración, y cartas de invitación que solicitan explicaciones. Con la inteligencia artificial, este dinamismo se va a intensificar”, añade Colín.

Eficiencia recaudatoria y fiscalización preventiva

Uno de los logros más destacados del SAT es su eficiencia operativa. Actualmente, por cada 100 pesos recaudados, la autoridad gasta solo 28 centavos, en comparación con el Servicio de Impuestos Internos (IRS) de Estados Unidos, que gasta 34 centavos por cada 100 dólares recaudados. Este indicador refleja una gestión fiscal moderna, basada en el uso estratégico de la tecnología para maximizar resultados con recursos limitados.

La fiscalización preventiva, apoyada en IA, permite al SAT ampliar su cobertura sin necesidad de incrementar significativamente su estructura operativa. Al detectar irregularidades antes de que se conviertan en omisiones graves, se promueve la autocorrección por parte del contribuyente, lo que reduce la necesidad de auditorías formales y mejora el cumplimiento voluntario.

Preparándose para el futuro del cumplimiento fiscal

La evolución tecnológica del SAT plantea nuevos retos para todos los actores del sistema tributario. Para los contribuyentes, implica mantener una contabilidad más rigurosa, estar atentos a los mensajes del buzón tributario y responder con agilidad ante cualquier requerimiento. Para los despachos contables, representa una oportunidad para fortalecer sus servicios, incorporar herramientas de análisis y asesorar de manera más estratégica a sus clientes.

La auditoría inteligente busca llevar los servicios fiscales más allá de la fiscalización — fortaleciendo la capacidad de los auditores para prevenir, educar y colaborar. En este nuevo entorno, la transparencia, la trazabilidad y la cooperación serán claves para construir un sistema tributario más justo, moderno y eficiente en México.

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