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Teletrabajo: aprendiendo por medio de la experiencia

El teletrabajo se ha instalado repentinamente en muchas de las organizaciones del país. Entiende cómo está siendo este proceso, cuál es el papel de los gestores y cómo todo esto puede influir en el futuro laboral.

Hace unos meses el teletrabajo en México era una alternativa practicada solamente por una minoría de la población económicamente activa. La flexibilidad de trabajo que proporciona este régimen nunca fue tomada muy en serio por la estructura organizacional conservadora que predomina en el país.

El home office siempre ha estado distante de ser considerado sinónimo de eficiencia o productividad, algo que puede cambiar a partir de ahora. La pandemia ha modificado los modelos laborales y ha producido la necesidad de una reorganización rápida, que permitiese que las empresas continúen funcionando de forma remota.

La adaptación hacia el modelo home office

El desarrollo tecnológico actual ha vuelto posible está rápida adaptación y lo que parecía un proceso largo y complicado se pudo poner en práctica en pocos días.  

En una encuesta sobre el trabajo a distancia en México, realizada el año pasado, el 58% manifestó que el país no estaba preparado para esta modalidad. Sin embargo, la gran mayoría veía grandes y motivadores beneficios personales en esta práctica.

Hoy podemos notar que, si bien nadie estaba preparado para este cambio brusco, empresas y empleados están poniendo todo de su parte para que esta modalidad laboral funcione. Y en solo pocas semanas ya podemos notar que está funcionando.

Lo que cambia en el teletrabajo

Muchas cosas cambian, tanto para la empresa como para los trabajadores, sin embargo, las bases continúan igual. 

Los gestores deben continuar ejerciendo su papel, solo que ahora, a distancia. El mito de que, si el jefe no estaba cerca, los empleados no producían se va desvaneciendo. Los trabajadores cada vez más se muestran dispuestos y se empeñan por demostrar resultados, de la misma forma como lo hacían antes o, incluso, haciendo un esfuerzo mayor.

Esto se debe, no solo a la presión que existe con la crisis que vivimos, sino también a los beneficios que ofrece esta modalidad. 

Para los colaboradores las ventajas pueden ser muchas, pero las más valoradas son las comidas en casa y la ausencia del desplazamiento de largas distancias.

Sin embargo, no solo los trabajadores pueden beneficiarse con el teletrabajo, sino también las organizaciones. Los gastos disminuyen, sino también las facturas eléctricas, telefónicas, de agua y mantenimiento en general son mucho menores. Además, la satisfacción de los empleados con la flexibilidad de trabajo se refleja en compromiso, eficiencia y productividad. 

A pesar de esto, también está el otro lado. Existen casos en los cuales es necesario hacer adaptaciones para poder cumplir con todas las responsabilidades. Podemos citar como ejemplo el caso de los padres que tienen niños pequeños. Mantener el equilibrio entre el cuidado de los niños y las actividades laborales puede ser un gran desafío. 

Para hacer frente a las dificultades que pueden surgir con el teletrabajo en los tiempos del COVID-19, la labor de los gestores y de toda la organización es fundamental.

El papel de los gestores en la nueva rutina

Esta modalidad trae adversidades a los que no estábamos acostumbrados antes de la pandemia y quienes darán las directrices para hacerles frente son los líderes de la compañía. 

Tanto los directores como los gerentes deben fomentar, incluso a distancia, la colaboración, además de apoyar al equipo. Durante este periodo, es fundamental la empatía y la comprensión.

Para lograrlo, los líderes deben escuchar a los trabajadores con la finalidad de orientarlos a superar las dificultades sin dejar de lado los resultados. Esto puede alcanzarse transmitiendo empatía y humanidad, demostrando en todo momento que hacen parte del mismo equipo y que solamente juntos podrán superar la crisis.

El trabajo en equipo continúa siendo la pieza clave y, a pesar de la distancia, debe fomentarse la conexión entre los compañeros de trabajo. El contacto humano, incluso en el home office, es esencial para el éxito de la labor, por tanto, no debe dejarse de lado.

El futuro del teletrabajo 

Sin ninguna duda, cuando pase la crisis nada será igual a lo que era antes. Además de ver con otros ojos el home office, nuestra relación con este régimen será mucho más natural y productiva. 

De acuerdo con la experiencia que estamos viviendo hoy y la gestión que se realice, las empresas podrán decidir qué modalidad prevalecerá en el negocio. Ya que lo que se pensaba anteriormente ahora es posible mensurar con datos reales. 

Es esencial usar este ejercicio para aprender y sacarle el máximo provecho a la experiencia. Quién sabe y podremos continuar beneficiándonos con lo que el home office nos ofrece. Todo dependerá de la gestión que se realice ahora.

Mantenerse informado en esta etapa en que todo puede cambiar de un día a otro es primordial. Por eso, quédate con nosotros y continúa leyendo nuestro blog