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¿Por qué el T-MEC puede impulsar el comercio con los países europeos?

¿Cómo superar la crisis económica por la pandemia? Expertos señalan que el T-MEC puede ser clave para que México pueda reactivar el comercio exterior con los países europeos. En este artículo conocerás los puntos más importantes del tratado y por qué puede resultar beneficioso.

Expertos en todo el mundo analizan que la crisis económica derivada de la pandemia por el Covid-19 será superada en un mediano plazo si se trabaja arduamente para fomentar la producción y, en especial, el comercio exterior. La clave para el resurgir de los mercados internacionales parece ir de la mano con la creación y el fortalecimiento de los tratados y acuerdos comerciales entre países. 
Para México, el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá, conocido como T-MEC, se proyecta como la puerta de salida de la recesión económica que está dejando al país, y al mundo, frente a una de las debacles productivas, laborales y sociales más importantes desde la Segunda Guerra Mundial. De acuerdo al Banco Mundial, esta crisis dejará una contracción económica mundial de 5.2% del PIB global.

Las claves del T-MEC

El pasado primero de julio entró en vigor el nuevo acuerdo entre México, Estados Unidos y Canadá -que sustituye al TLCAN, firmado en 1994- con el fin de fortalecer los lazos comerciales. 

“Esto para México va a significar inversión, es decir, va a seguir llegando inversión extranjera. Es muy importante que entre en vigor el tratado y muy oportuno, porque estamos por salir de la pandemia y necesitamos reactivar la economía para salir de la recesión económica, de la caída que produjo el coronavirus en la economía mundial”, comentó el presidente Andrés Manuel López Obrador en el marco de la firma de este acuerdo haciendo hincapié en los beneficios que traerá para el país.

Los factores para creer en sus beneficios

Principalmente, se estima que México podrá obtener mejores condiciones para la comercialización de sus productos con base en los siguientes puntos fijados en el acuerdo:

  • Reducir los costos derivados de operaciones aduaneras, a fin de facilitar los intercambios comerciales

  • Establecer reglas claras para hacer más transparente la inclusión de productos farmacéuticos y dispositivos médicos

  • Reforzar el compromiso de combate a la corrupción

  • Contribuir a fortalecer y consolidar el Sistema Nacional Anticorrupción

  • Fortalecer e impulsar el desarrollo del comercio digital mediante un esquema legal 

  • Impulsar una agenda de cooperación que permita la aplicación de los derechos laborales fundamentales y garantizar la protección a los trabajadores migrantes

    Si bien el escenario económico mundial es aún incierto, y a pesar de la disminución de la capacidad de oferta y la caída de la demanda mundial de varios sectores, la internacionalización de bienes y servicios de México comienza a percibir una recuperación. De hecho, en julio de 2020, las exportaciones mexicanas ya recuperaron el 96.8% del valor perdido desde principios de año.
    En este contexto, tanto el T-MEC como otros acuerdos económicos internacionales podrán traer ventajas en el fortalecimiento de las relaciones bilaterales con los países de Europa. 

Es el caso de Alemania, el mayor aliado comercial europeo de México, que estima una contracción económica de 6.3% al cierre de 2020 y el mayor desplome en el comercio exterior desde 1950.
En este contexto, los especialistas prevén que el T-MEC puede sentar las bases para recuperar el comercio con Alemania y reacomodar las cadenas industriales. Sobre todo, teniendo en cuenta que desde la entrada en vigor del T-MEC, México podrá comenzar un camino de mayor inversión de capitales extranjeros en tecnología industrial.
Se suma la reciente conclusión de las negociaciones del Acuerdo con la Unión Europea que son vistas como una nota positiva para el país en un contexto global en el que aún predomina la incertidumbre económica.
Por otro lado, las tensiones comerciales de Estados Unidos y China, ponen a México frente a una oportunidad para atraer un volumen importante de inversiones a partir de las operaciones de manufactura que muy probablemente tendrán que dejar el país asiático. También México se podría posicionar como un puente entre ese país y Estados Unidos para el intercambio comercial, sobre todo, en términos de cadenas productivas.
En cualquier caso, a más de seis meses de iniciada la pandemia que puso en jaque la economía del mundo, no hay dudas de que la recuperación económica de los países en vías de desarrollo vendrá de la mano de estrategias para reactivar las rutas del comercio exterior.

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